martes, 15 de junio de 2010

La salvación, pechugas de pollo saborizadas

Lo de "la salvación" no es broma, una de las maneras más sencillas de comer sano y rico durante la semana laboral, son las pechugas de pollo saborizadas con diferentes especias. Pues no sólo son ricas en proteínas y bajas en grasa sino que, al variar de especias sazonadoras, su sabor jamás te aburrirá.

1. Para estos efectos, compra tus pechugas deshuesadas y, de preferencia, aplanadas tipo milanesa.

2. Siempre, siempre, espolvoréales sal de ajo y pimienta a las pechugas; estas especias son base y siempre deben ir para que la carne no sepa insípida. Recuerda que el sabor de la pechuga es muy tenue.

3. Aquí, algunas especias con las que las puedes sazonar, intenta no mezclar:
  • Romero.
  • Paprika en polvo.
  • Curry en polvo.
  • Hierbas finas.
  • Hierbas provenzal.
  • Hierbas a la italiana.
  • Pimienta roja (muy buena para las aves).
  • Albahaca.
  • Chiles secos de tu preferencia (corta trozos y friélos con poco aceite junto con las pechugas).
  • Mostaza dijón o granos de mostaza molidos.
  • Perejil.
  • Jengibre fresco (remueve la cáscara con una cuchara, corta rebanadas y fríelas con poco aceite junto con las pechugas.
ÁSALAS en un sartén o parrilla con un chorrito de aceite, casi nada. Puedes acompañar con arroz blanco, pasta a la mantequilla y ensaladas.

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